martes, 15 de noviembre de 2011

Proverbios.

Los ojos se fían de ellos mismos, las orejas se fían de los demás.

La sabiduría no se traspasa, se aprende.

Es mejor encender una luz que maldecir la oscuridad.

La tierra no tiene sed de la sangre de los soldados, sino del sudor de los hombres.

Somos lo que hacemos, sobretodo lo que hacemos para cambiar lo que somos.

Ninguna buena historia se gasta, por muchas veces que se cuente.

La más larga caminata comienza con un paso.

A los ignorantes los aventajan los que leen libros. A éstos, los que retienen lo leído. A éstos, los que comprenden lo leído. A éstos, los que ponen manos a la obra.

La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza.

La edad de oro nunca es la presente.

El perezoso considera suerte el éxito del trabajador.

La verdad no peca pero incomoda.

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