domingo, 6 de noviembre de 2011

Mis propias leyes de Murphy.

Hoy: Practicando baloncesto.

La probabilidad de encontrar alguien dispuesto a jugar un rato al baloncesto es inversamente proporcional a tu disponibilidad de tiempo. Cuando tienes tiempo no tienes con quién y viceversa, a no ser que tengas tiempo y demasiadas personas quieran jugar. Entonces, tú serás el único que no jugará.

Cuando tienes tiempo practicas en solitario y metes las mejores canastas de tu vida en la más absoluta soledad. En las prácticas de tiros libres metes diez de diez.

Practicando en solitario y con algún espectador, no metes una canasta ni desde debajo del tablero.

En una práctica solitaria con espectador que no colabora, tus lanzamientos de tres puntos se quedan cortos y tienes que ir permanentemente a buscar la pelota detrás del tablero. Por contra, tus lanzamientos de corta distancia rebotan con furia en el aro y la pelota sale disparada hacia un costado y tienes que correr detrás de ella para que no salga de la pista. La mayoría de las veces la pelota va hacia el espectador pero por alguna razón no se digna acercarte el balón e incluso huye de él.

Cuando vas persiguiendo la pelota a la carrera, ella parece ir cada vez más rápido y no la alcanzas hasta que se haya mojado en el único charco que hay en la pista.

Cuando te resignas a no ir corriendo detrás de la pelota, ésta se aleja botando mansamente para, otra vez, chapotear en el charco y rodar hacia el césped sospechosamente manchado de marrón desde que pasó por allí un perro vagabundo.

Después de aburrirte dos horas con entrenamiento en solitario, aparecerán los suficientes jugadores para armar un partido de tres contra tres, pero tú estarás tan cansado de correr detrás de la pelota que no tendrás fuerzas para participar.

Las probabilidades de que la pelota se quede atascata entre el aro y el tablero son inversamente proporcionales a la disponibilidad de medios que tengas para rescatarla y, por supuesto, a tu altura.

Corolario primero: La práctica del baloncesto en solitario es un ejercicio tanto más sano e intenso cuanto más fracases en tu intento de meterla en el aro. Es como hacer footing, pero corriendo detrás de una pelota con autodeterminación.

Corolario segundo: Atendiendo al corolario primero, en la práctica del baloncesto en solitario podrían suprimirse los aros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario