jueves, 17 de noviembre de 2011

Ignorancia.

No sabemos ni un cienmillonésimo de nada.

La ignorancia humana no permanece detrás de la ciencia; crece tan rápidamente como ésta.

La ignorancia está menos lejos de la verdad que el prejuicio.

La ignorancia es la noche de la mente; pero una noche sin luna ni estrellas.

El que no reconoce al necio nada más verlo debe de ser un necio también.

El ignorante tiene valor; el sabio miedo.

Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.

Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.

El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.

Lo peor de la ignorancia es que, a medida que se prolonga, adquiere confianza.

Todo lo que se ignora, se desprecia.

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