jueves, 17 de noviembre de 2011

De cine.

Una pantalla grande sólo hace el doble de mala a una mala película.

El cine no es un trozo de vida, sino un pedazo de pastel.

Un buen vino es como un buen film: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador.

¿Qué es en el fondo actuar, sino mentir? ¿Y qué es actuar bien, sino mentir convenciendo?

Un actor es un señor que hoy come faisán y mañana se come las plumas.

El cine es un espejo pintado.

El negocio del cine es macabro, grotesco: es una mezcla de partido de fútbol y de burdel.

Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta.

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