sábado, 6 de abril de 2013

De las tragedias domésticas (II)

La probabilidad de quedarse sin luz en casa es directamente proporcional al miedo que le dé la oscuridad y a la disponibilidad de una linterna. Así pues, antes de encontrar las causas de un apagón y si hay suerte solucionarlo, mejor será tomar precauciones para no tener que actuar a ciegas. Prepare algunas linternas estratégicamente distribuidas de tal manera que si lo pilla la oscuridad en un extremo de su casa no tenga que romperse la nariz o la pantorrilla contra las puertas y los muebles para encontrarla. Al fin de cuentas, al precio que tienen hoy en día no suponen una gran inversión ya que no necesitan ser el faro de Vigo, y con una sola vez que le sea útil estará amortizada. Periódicamente revise su funcionamiento y el estado de las pilas, porque pocas cosas frustran tanto como una linterna sin pilas o con la bombilla fundida. Y por revisar el estado se entiende no sólo encender las linternas en cuestión, sino sacar las pilas para comprobar que no han reventado. Recuerde que las buenas marcas de pilas no son buenas porque suenen bien sino porque son mejores. Desconfíe de un televisor led de 42 pulgadas que trae un mando a distancia con dos pilas marca Lakakalkalina. Sugerencia: tenga una linterna a mano en el baño fácilmente accesible desde la ducha o el inodoro. Nunca se lo agradecerá lo suficiente si un día la necesita.

Dicho esto, afrontemos el apagón bien preparados con nuestra amiga linterna y sus aliadas, las pilas de marca reconocida por alguien más que por el fabricante.

Veamos un cuadro eléctrico típico de los que suelen encontrarse en las viviendas.




En este punto los técnicos, electricistas y demás profesionales del ramo pueden dejar de leer ya que las blasfemias que siguen a continuación no pretenden dictar la carrera de ingeniería técnica a distancia sino ayudar a la gente que se encuentra a oscuras y sin suficientes elementos de juicio para saber qué está pasando y porqué. Gracias por su comprensión.

El elemento clave y que más dolores de cabeza suele darnos es el diferencial, un aparatito cuya misión fundamental es salvarnos la vida. El diferencial es ese elemento del cuadro que se distingue claramente de los demás porque tiene un botón que los buenos previsores presionan una vez al mes para comprobar que funciona. El cuadro puede tener el diferencial más próximo a la izquierda o a la derecha del mismo, pero su orientación política es indiferente, ya que lo importante es que debemos mentalizarnos que ocupa la posición previa a los interruptores de alumbrado, enchufes, lavadora, horno, etc. Antes de él, y según la versión de cuadro que tengamos en casa, está el interruptor general y el interruptor de control de potencia o ICP, que está precintado y lo coloca la compañía suministradora. Haciendo uso de una licencia que yo mismo me he concedido, haremos una insolvente metáfora de su funcionamiento. (Si algún técnico aún permanece leyendo, se le ruega que suspenda momentáneamente todos los conocimientos adquiridos sobre este tema).

Tenemos en casa enchufes con dos patitas. Mintamos diciendo que por una patita entra corriente y por la otra sale. Avisemos a los más perspicaces que eso ocurre durante una fracción de segundo, y que en la fracción siguiente lo que era entrada es salida y viceversa. Este cambio de sentido de la circulación de la corriente se produce 50 veces por segundo en lugares como España, aunque en muchos otros países cambia 60 veces por segundo. A cada patita llega obviamente un cable, pero hay un tercer cable normalmente de color amarillo-verde que es la tierra o conductor de protección y que se conecta por una chapita lateral o por una tercera patita según el país adonde la crisis lo haya llevado. El diferencial hace un balance de la corriente que entra y sale, y si ese balance no está equilibrado, si lo que entra no es igual a lo que sale por decirlo burdamente, corta la corriente, cae o se dispara, expresiones que seguramente han escuchado o pronunciado alguna vez. Este caballero deduce que si la cantidad de corriente no está equilibrada es que se ha escapado por algún lugar, generalmente porque algún aparato de la casa en lugar de utilizar la energía para lo que la tiene que usar, por ejemplo una plancha para calentar su resistencia, está mandando algo de energía a la estructura metálica y esta energía se va a tierra por el cable amarillo-verde antes mencionado. Si por desgracia el cable de tierra está desconectado en algún punto de la instalación, la energía que tiene la carcasa metálica de la plancha pasará a tierra a través de la persona, animal o cosa que esté tocando la plancha y se irá a tierra. Pues bien, el diferencial detecta que hay corriente circulando hacia tierra, ya sea por un cable o por un ser hasta el momento viviente, y actuará cortando la corriente, ya que si no lo hace y el camino que toma la corriente es el de un ser humano, puede matarlo y dejar una considerable factura de luz sin pagar. Lo mismo hace cuando algún curioso mete un alambre por un enchufe o se arroja un cubo de agua sobre un enchufe, interruptor o elemento eléctrico.

Pero la del diferencial es una ingrata tarea. Nos ha salvado la vida pero lo maldecimos porque estamos a oscuras. Si Ud. no ha sentido lo que llaman "calambrazo" en unos lugares o "patada" en otros, no sea desagradecido y predispóngase a encontrar al culpable del apagón. Si lo ha sentido y a continuación se ha quedado a oscuras, cerciórese de estar aún en este mundo, aléjese de la luz al final del túnel, y si es de noche recuerde dónde diablos estaba la linterna porque la va a necesitar. Si lo ha pillado en la ducha, tenga cuidado al salir mojado de ella porque seguramente no lleva la cuenta del reguero de cosas que dejó al entrar. Y, por cierto, es muy probable que el culpable del apagón sea el punto de luz del baño o algún elemento eléctrico dentro de él, ya que mientras se duchaba con agua caliente se ha generado vapor y ha humedecido algún punto de luz o enchufe que ha mandado corriente a tierra haciendo trabajar al diferencial.

Al llegar al cuadro seguramente se encontrará la palanca del diferencial bajada. Aún no la suba. Baje todas las palanquitas de todos los interruptores. Con rigor técnico este paso no sería necesario, pero para no complicarse la vida es mejor empezar de cero. Luego, empezando por el lado donde menos interruptores hay, empiece a subirlas una a una. Dicho de otra manera y hablando en referencia a la foto, suba primero el ICP, luego el interruptor general, luego el diferencial, y a continuación una a una las palancas siguientes. Hay que hacerlo con firmeza pero sin brutalidad, con una pausa de un par de segundos. Los interruptores básicamente son de alumbrado, enchufes, lavadora, cocina eléctrica (ya sea vitrocerámica, inducción, resitencia, etc.) y si tiene un calentador de agua eléctrico también debería tener un interruptor sólo para él. Pues bien, vaya subiendo uno a uno los interruptores y si todo está en orden, se quedarán arriba y todo se normalizará. Pero si uno de los circuitos tuviera alguna derivación, volverá a caer el diferencial. Así que en el momento que detecte que al subir ese interruptor cae el diferencial, ya tiene identificado el circuito causante del problema, lo cual no está mal para alguien que está chorreando agua envuelto en una toalla y con una linterna a la que le quedan pocas pilas porque confió en la tienda de los chinos de la esquina. Deje bajado el interruptor del circuito que volvió a tirar el diferencial, vuelva a subir la palanca del diferencial y cualquier otra que haya caído de las que ya estaban arriba continúe subiendo el resto de palancas.

Si el circuito que está causando el problema es de alumbrado, puede utilizar las lámparas que tenga en casa conectadas a los enchufes mientras averigua dónde está el problema. Sigue necesitando linterna. En el caso de fallas en los circuitos de alumbrado el punto más débil como decíamos es el baño o cuarto de ducha, por los vapores, humedades o pura mala fe. Además, aunque tenga certeza de que el interruptor del baño está apagado, puede seguir teniendo problemas de derivación ya que el interruptor corta sólo uno de los cables de nuestra amiga la corriente, pero si el otro es el que causa la derivación, estamos vendidos. Si tenemos certeza de que no es el baño, el otro punto de conflicto suele estar en la cocina, en particular cuando hay fluorescentes o dicroicas que llevan transformadores (como en los baños), cosa que en las circunstancias en las que se encuentra no podrá ponerse a averiguar. Si el asunto no es de fácil solución, le sugerimos que tome una lámpara, la enchufe en el baño o la cocina, y vaya buscando a alguien con unos conocimientos básicos que sea capaz de detectar cuál de los puntos críticos es el causante del problema. Puede ocurrir que si el punto de luz del baño ha disparado el diferencial por humedad en lo mejor de su ducha, al secarse el vapor se normalice la situación y pueda subir la palanca de alumbrado con toda normalidad. Es cuando le queda claro que no puede volver a ducharse hasta que venga un electricista de confianza.

Si la causa está en el circuito de enchufes, tendrá alumbrado pero debería desconectar todos los aparatos que estén enchufados, como nevera, microondas, plancha, secador de pelo, cargadores de móviles, ordenadores, etc. Incluso las lámparas de las mesitas de noche o salón, aunque es poco probable que en ellas esté el problema. Cuando tenga certeza de que todo está desenchufado (recuerde revisar el baño si estaba en la ducha cuando se quedó sin luz por si tiene algo conectado), vuelva al cuadro y levante la palanca que estaba bajada. Lo normal es que se quede arriba, al igual que el diferencial. En ese momento puede empezar a enchufar lo que desenchufó, y cuando llegue al aparato que ocasionó el problema volverá a quedarse sin luz. Déjelo desconectado, vuelva al cuadro y levante las palancas que hayan caído, y continúe enchufando el resto de aparatos o lámparas. Si no está gafado, se supone que ese único aparato ha sido el culpable del apagón y tendrá que hacerlo revisar o denunciarlo a la policía porque el diferencial le está avisando que ha intentado matarlo. Pero si al conectar otro elemento vuelve a saltar el diferencial, además de un electricista probablemente necesite un exorcista, ya que es poco probable que haya más de un causante de un corte de luz, pero poco probable no significa imposible. Si por el contrario, una vez que ha desenchufado todo el diferencial sigue cayendo, puede que el problema esté en el cableado de un enchufe o que haya algo conectado a ese circuito y que no va con enchufe sino con alimentación directa y no puede encontrarlo. Aquí vuelve a entrar en acción el técnico que en dos minutos resolverá el problema y le cobrará como si le hubiese llevado toda la vida, pero no hay más remedio que acudir a los profesionales si quiere vivir para contarlo.

Si ya tiene alumbrado y enchufes, la cosa se simplifica. El resto de circuitos son de lavadora, cocina, calentador, aire acondicionado, etc., y si uno de esos elementos es el causante de la falta de luz, al subir el interruptor correspondiente caerá el diferencial y su presupuesto, ya que deberá llamar a un técnico para comprobar el estado del aparato. Si aún sigue envuelto en su toalla porque el corte lo pilló en la ducha, tiene todas las papeletas para sospechar del calentador eléctrico, ya que mientras se duchaba consumía agua caliente y entraba agua fría al calentador. Éste, al detectar que había que calentar agua, encendería la resistencia que lleva para tal fin, la cual es una de las causas más comunes de fallos eléctricos en las viviendas, entre otras cosas porque estos aparatos requieren un mantenimiento que nadie hace y, con frecuencia, se instalan mal. Los calentadores eléctricos llevan un ánodo de sacrificio que debe cambiarse cada año, el cual es el encargado de evitar que la resistencia se destruya por corrosión. Asimismo, la entrada y salida de agua del calentador debe llevar manguitos electrolíticos. Aprender la expresión "manguitos electrolíticos" le será muy útil. Puede repetírsela a su instalador y según la expresión de su cara o el grado de convicción de su respuesta deducirá su nivel de preparación.

Los hornos de las cocinas, calefactores eléctricos y las lavadoras también son elementos que por tener resistencias pueden derivar y hacer caer el diferencial. Bastará con dejar abajo el interruptor correspondiente para seguir teniendo alumbrado aunque no pueda comer pollo al horno sin pasar frío y su ropa huela mal.

Otra de las causas de falta de energía eléctrica pero que da menos guerra es por cortocircuito o exceso de consumo. Salvo en el caso de un cortocircuito con derivación, el diferencial no caerá y seguramente se encontrará "saltado" el interruptor del circuito causante del problema y, probablemente, el interruptor general. Si el corte se produjo al enchufar un aparato o al estar haciendo uso de él, bastará con desenchufarlo y levantar el interruptor correspondiente para que todo se normalice. Pero a veces el problema es el consumo excesivo. En estos casos el interruptor que cae es el general, el de la compañía eléctrica o ambos. Con la compañía eléctrica tenemos una promesa en forma de contrato según la cual no vamos a consumir más de una determinada cantidad de energía al mismo tiempo. El exceso de consumo se suele producir cuando ponemos a funcionar a la vez la lavadora, el horno, el calentador de agua, el radiador de la calefacción, el secador de pelo y cualquier otro elemento eléctrico. En ese caso, hay que moderar los ímpetus de querer terminarlo todo en un segundo y escalonar el uso de los electrodomésticos o bien renegociar con la compañía eléctrica nuestro contrato, lo cual implicará pagar mucho más por algo que probablemente usemos muy poco. Lo mejor será en beneficio de la economía energética racionalizar el consumo simultáneo y programar bien los momentos en los que haremos uso de cada aparato.

El mundillo de la electricidad tiene muchos vericuetos que bien controlados nos ahorrarán muchos dolores de cabeza, pero hay que trabajar con verdaderos profesionales, bien documentados y equipados, porque un incidente eléctrico puede resultar en tragedia. Por lo tanto, en electricidad, como en gas o en cualquier otro suministro que nos hacen la vida más fácil, conviene confiar en gente que sabe lo que hace. En todo caso, no espere a necesitarlos y vaya entrando en confianza. Ahorrará problemas y dinero, lo cual no está nada mal.

1 comentario:

  1. Nany megalista hizo todo eso sin haber leído esto cuando me llovía dentro de la pieza y el interruptor que hay abajo de la ventana se cortocircuiteaba :)

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